Esta casa, ubicada en la base de una de las vertiginosas colinas de San Francisco, tiene aproximadamente 165m2. En la fachada de cristal se destacan las ventanas redondas basculantes y la puerta del garaje de listones de madera y piezas de acero, desarrollada especialmente para el proyecto por Raimundo Ferreira.
Diseñada por Craig Steely, uno de los principales arquitectos residenciales de San Francisco, la residencia cuenta con cuatro pisos que aprovechan el declive del terreno. El desafío del proyecto fue la dificultad para mantener la privacidad de los residentes, debido a la ubicación al lado de una escalera pública, y al mismo tiempo, el aprovechamiento máximo de las vistas del centro de San Francisco.
La puerta del garaje sigue con el diseño de la casa y es lo que la hace tan especial.
